La zona oeste de
Carratraca (hermana de la zona Este, Alcaparaín) tiene una enorme complejidad
geológica, determinante en la configuración de un paisaje espectacular. Además,
hay que tener en cuenta las peculiaridades climáticas del entorno.
Sierra de Baños y al fondo el altiplano de Guadalteba. |
Carratraca se sitúa en la
falda de la Sierra de Baños, que se extiende hacia el norte, y al oeste se
sitúa la Sierra de Aguas, entre las que se sitúa una cañada recorrida por los
arroyos de Las vacas y Los Pradillos, ambos que vierten hacia el Arroyo de las
Cañas, que discurre en busca de los llanos de Pizarra y el Guadalhorce.
Desde Carratraca hacia el Sur. La Sierra de Aguas y al fondo la Sierra de Mijas. |
La Sierra de Baños es muy
peculiar geológicamente. En ella contactan dos unidades geológicas diferentes,
el complejo dorsaliano, representado por mármoles blancos sacaroideos
(similares a los de Sierra de Mijas, quizás ahora entendáis un poco mejor
porqué esta zona quedó fuera del PN Sierra de las Nieves) y el complejo
alpujárride, representado por materiales esquistosos (gneises bandeados con
cuarcita). Los mármoles sacaroideos tienen un gran rendimiento en acuíferos,
mientras que los neises son más impermeables.
Zonas de escasa vegetación, retamares, que deberían estar ocupadas por alcornoques, coscojas, enebros... |
Los pinares de reforestación cubren amplias zonas de la sierra. |
La Sierra de Aguas se
conforma en su mayor parte por rocas ultrabásicas, pertenecientes al gran plutón
peridotítico malagueño, que por lo común se asocia a materiales alpujárrides.
Estas peridotitas aparecen muy metamorfizadas y alteradas (Lerzolita, Harzburgita
y dunita piroxénica) rocas oscuras en superficie por la alteración y verdes en
el interior. Estas rocas son ricas en metales y se asocian a recristalizaciones,
entre ellas de azufre, que otorga un olor característico a las fuentes y sabor
amargo a las aguas.
Los retamares se apoderan d elos cultivos de secano muchas veces abandonados, como los almendros. Al fondo Alcaparaín. |
Simplificando muchísimo
lo que ocurre, podemos entender que los mármoles sacaroideos infiltran el agua,
que contacta con los gneises y las rocas ultrabásicas, alterando su composición
y diluyendo metales y azufre. En el propio municipio de Carratraca existe una
fuente amarga, con uso medicinal, que confiere un característico olor a todo el
barrio. Otras fuentes son de aguas “dulces”, ricas en carbonatos.
Esta complejidad
geológica tiene unas consecuencias fundamentales sobre la vegetación. Tanto
mármoles sacaroideos como rocas ultrabásicas son desviantes para la vegetación
y sobre ellas se desarrollan comunidades vegetales diferentes a las que cabría
esperar en relación al clima.
Molinos de Viento en Sierra de Aguas, víctima de la burbuja de las renovables. Un impacto visual inmenso. |
Sobre los mármoles
sacaroideos que hacen cumbre a los 729 metros deberían crecer encinares con una
vegetación rica en endemismos, semejante a la que aparece en Sierra de Mijas.
Sobre las rocas
ultrabásicas (peridotitas y afines) debería aparecer una comunidad autóctona de
pino resinero (Pinus pinaster).
Sobre los materiales
esquistosos y los gneises debería aparecer un alcornocal.
Adicionalmente, en los
ricos, aparecería una comunidad autóctona de pino carrasco (Pinus halepensis) y
de sabinas (Juniperus thurifera).
Todas estas
comunidades en su mayoría han sido desplazadas por cultivos de secano, por la
tala, los incendios, y han sido sustituidas mayoritariamente por
reforestaciones de pino carrasco.
Los pinos dejan entrever Alcaparaín, la sierra hermana de Aguas que también presenta los codiciados mármoles sacaroideos. |
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