Translate

martes, 1 de abril de 2014

Senderismo en Juanar II: Comunidades vegetales de Sierra Blanca y Sierra de Mijas.

En la entrada anterior os hablé sobre los materiales más representativos de la Unidad de Blanca y de la de Los Reales, ambas del alpujárride. En esta entrada voy a especificar un poco más sobre los materiales que aparecen en la zona de Junar y circundantes, Sierra de Mijas y Real.

En la zona de Juanar (vertiente norte de Sierra Blanca) los materiales que aparecen son:

-Mármoles azules fajeados: la mayor parte de los afloramientos y los riscos.
-Mármoles dolomíticos sacaroides: zona de la cruz y parte de los pinares de reforestación.
-Cuarcitas y gneises.

Por lo tanto aparecen tres tipos de litologías que van a conferir cualidades diferentes al suelo:

-2 litologías calcáreas, los mármoles azules y los dolomíticos sacaroides, que van a  ser también diferentes en función de las lluvias.

-Los gneises y cuarcitas, que van a conformar suelos ácidos y con ello van a determinar las comunidades vegetales.

Algo parecido ocurre en la Sierra de Mijas. Encontramos en la cara norte materiales terciarios: molasas, margas y arcillas, que forman suelos bien estructurados y de naturaleza más o menos neutra, en función de la aparición o no de piedemonte con costras calcáreas. Esta zona por lo general está cultivada prácticamente en su totalidad por aguacates y olivar. En Sierra de Mijas los afloramientos de materiales esquistosos quedan relegados a zonas altas muy escarpadas, siendo la inmensa mayoría de la sierra marmórea: mármoles blancos y azules, tableados o no, y los mármoles sacaroideos (explotados). Aparecen travertinos bajo los centros urbnanos de Alhaurín el Grande y Churriana. En la cara sur se suceden materiales maláguides arenosos, arcillosos, esquistosos y calcáreos. La zona oeste (Sierra Parda de Ojén y Sierra Alpujata) está ocupada por materiales ácidos con alto grado de metamorfismo (gnesises) y por las serpentinas, ambos rodeados por una orla de mármoles dolomíticos.

La complejidad geológica de la zona, como se puede ver, es elevada. A esto hay que sumarle una complejidad climática también muy considerable. En la zona hay tres dominios climáticos por así llamarlos. Desde Marbella hacia el oeste reina el clima mediterráneo húmedo (atlantizado) lo que tiene su reflejo en las comunidades vegetales, que son de influencia gaditano-onubense. En la zona que va desde Marbella hacia este domina el clima mediterráneo seco o semi húmedo, en función de la influencia marítima. En la zona norte tenemos un clima mediterráneo muy influenciado por la altura en cuanto al régimen de precipitaciones.

Sierra Blanca, Sierra de Mijas y Sierra Alpujata se disponen de forma paralela al Mediterráneo, de forma que canalizan los vientos de poniente en invierno y de levante en verano, desencadenando una precipitación ostensiblemente mayor que en las zonas más bajas. Este efecto es también muy acusado entre las caras norte y sur de la Sierra de Mijas. De manera que además de en función de la geología, también se diferencian las comunidades vegetales en función del clima.

Como ejemplo sirva que en las cumbres de Sierra de Mijas la precipitación es del doble que en Cártama, en el valle, a menos de 15km en línea recta. La precipitación en el vale de Juanar supera en los años lluviosos los 1.000cc por metro cuadrado. En las cumbres de Sierra de las Nieves se alcanzan los 1.500.

Por lo tanto de manera muy general podemos diferenciar las siguientes comunidades vegetales:

Alcornocal termófilo: bosque de alcornoques, madroños, mirtos y coscojas, más o menos espeso en función de las pendientes y la presión humana.

Alcornocal húmedo: alcornoques más o menos espesos o adehesados, acompañados en las zonas más altas de pinsapos, o desplazados por cultivo de castaños (y cerezos).

Encinar dolomítico: Encinas acompañadas por pinsapos en las zonas más altas, frescas y húmedas. Más bien propio de la Sierra de las Nieves.

Encinar calizo: Encinas acompañadas de quejigos (q. faginea) en zonas más altas o directamente sustituida. El quejigal como tal es bastante escaso. Muy degradado por incendios y explotación, de manera que por lo general aparece sustituido por pinos de reforestación.

Quejigal: El quejigal aparece en zonas más altas que el alcornocal y el encinar. Requiere de suelos profundos y de cierto grado de humedad. La especie de quejigo de la zona es el Quercus faginea, que en zonas más altas, como en Sierra de las Nieves, Real, crece acompañado de caducifolias y espinos, como Acer monspessulanum y A. granatense. también crece acompañado de pinsapos. Este bosque mayoritariamente aparece dentro del PN Sierra de las Nieves, junto con los Mostajos (Sorbus aria).

Robledal: Bosque de Quercus pyrenaica (melojo).  Muy escaso y muy degradado. Relegado más bien a la zona oeste de la Serranía de Ronda y a zonas abruptas del norte de Istán. Antaño debió ser mucho más abundante en toda la zona, incluida la Sierra de las Nieves.

Enebral-Sabinar. En esta zona no aparecen los sabinares rastreros típicos de las tierras altas de Las Nieves. Aquí sabinas y enebros ocupan zonas de encinar degradadas o zonas altas de elevada pendiente, riscos, grietas de la roca… Forman un prebosque de encinas y alcornoques, en compañía de acebuches, algarrobos y madroños.

Pinar autóctono: Asociado a los suelos peridotíticos-serpentinícolas y también a los dolomíticos que sufren intensos procesos de lavado por alta precipitación. Pinus pinaster y coscojas (Quercus coccifera).

Pinar-sabinar sobre suelos arenosos de Pinus halepensis. El pino carrasco está presente especialmente asociado a repoblaciones, pero forma una comunidad específica sobre suelos arenosos, más bien asociados a materiales del Aljibe, que quedan fuera de esta zona.

Como nota final destacar que el pinsapar prácticamente ha desaparecido en toda esta zona, quedando relegado a Sierra de las Nieves y Sierra Bermeja, pero al igual que las comunidades de quejigos y robles, así como otras específicas de bosque de galería (Río Verde) estarían presentes de no ser por la mano humana. En la zona de juanar se está haciendo una reforestación de pinsapos muy interesante. La Sierra de Mijas sufre una gran presión urbanística que ha relegado los bosques incluso una vez reforestados, a las zonas más elevadas. Aquí el quejigal ha desaparecido. En las zonas más altas se recupera a duras penas el encinar, mientras que en las más bajas los clareos de pinares de repoblación dejan asomarse a un prebosque de encinas.

Este escrito no pretende tener valor científico y seguramente caiga en graves errores. La única pretensión es hacer recapacitar a quienes lo lean sobre la enorme riqueza ambiental que encierran las sierras litorales malagueñas, determinadas por una geología muy compleja, así como una gran profusión climática. Toda esta singularidad escapa de figuras de protección, algo realmente incomprensible.


Blanca, Alpujata, Real y Mijas son las hermanas “pobres” de Sierra de las Nieves, pero no merecen que se descuide su singularidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario