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viernes, 25 de abril de 2014

Senderismo en Casarabonela: Puerto Martínez-Alcaparaín.

Las localidades de Casarabonela y Carratraca poseen una gran cantidad de senderos, la mayoría no marcados, que discurren a través de pistas forestales y caminos, entre pinos de reforestación, pinares autóctonos sobre rocas ultrabásicas, zonas de encinar y cultivos de secano. En algunas zonas altas y donde la precipitación es más abundante, aparecen quejigos que en alguna ocasión llegan a alcanzar un porte considerable. Sobre los terrenos arcillosos aparecen olivares que provienen de antiguos bosques de acebuches que fueron “domesticados”.

En esta entrada vamos a tratar de conocer una pequeña ruta en la localidad de Casarabonela, cuyo inicio está a pie de la carretera que une Carratraca con la localidad de Ardales.



El camino discurre por un sendero construido con piedras, por zonas parece aprovechar un abancalamiento realizado para las labores de reforestación, que se refuerza con piedras a modo de muro para contener la erosión.
 



Enseguida el camino se adentra en un pinar, que se vuelve más o menos espeso, con pinos en su mayoría jóvenes. El desarrollo del suelo es escaso, más bien litosuelos, quizás regosoles en zonas más resguardadas sobre los que el pinar se desarrolla mejor y aparece alguna encina. Abundan los pinos caídos (estamos en una zona azotada por fuertes vientos gran parte del año). Esta zona canaliza los vientos de poniente y “crea” los terrales en el Guadalhorce. 




Abundan las bulbosas, especialmente los gamones, y hay multitud de orquídeas.

El pinar enseguida comienza a clarearse y el camino se vuelve más duro. Las pendientes se van volviendo a cada paso más pronunciadas.



El sendero da la vuelta al monte Alcaparaín de Este a Oeste, de forma que las vistas son de Casarabonela y Yunquera (caras este y oeste de la sierras del Pinar y Cabrilla), la cara sur de Sierra de las Nieves, con amplias panorámicas de El burgo y el norte del municipio de Yunquera, llegándose a distinguir hasta el pico Torrecilla y el Peñón de Ronda, y la comarca del Guadalteba, donde destacan los embalses del Guadalhorce, y las vistas del municipio de Carratraca.


El Burgo.

Casarabonela.


Después de pasar por una zona con escasa cobertura vegetal, donde aparecen pinos dispersos y enebros, poco a poco se empiezan a hacer presentes las encinas, que crecen achaparradas, muy pegadas al suelo donde castigan más los vientos, y que cerca de las cumbres se aprietan formando un espeso bosque de encinas y coscojas.




La zona de la cumbre, muy castigada por los vientos, tiene una vegetación más bien herbácea, con algún árbol disperso. Donde hay suelo sí aparecen manchas de encinas y pinos.

Las vistas desde la cumbre son espectaculares.

Hito geodésico que marca la cumbre, a casi 1.300 metros. Las vistas son espectaculares y hacen que el esfuerzo haya merecido la pena.

Vistas de los embalses y el municipio de carratraca

Vistas del noroeste de la Serranía de Ronda.

Comarca del Guadalteba.

Sierras Cabrilla y del Pinar y Sierra de las Nieves. Puede verse el Torrecilla. Se hace patente el altiplano que forma la sierra de las Nieves.

El Torrecilla mas de cerca.










lunes, 21 de abril de 2014

Senderismo en Alhaurín el Grande: Fuente del Acebuche-La Bola de Mijas.


Desde el municipio de Alhaurín El Grande, en la provincia de Málaga, salen numerosas rutas que por tramos discurren sobre pistas forestales y caminos rurales. Buen ejemplo de estas rutas son las que salen desde la zona de la Fuente del Acebuche.

La zona se sitúa en la cara norte de la Sierra de Mijas, en una zona de pinar de reforestación, principalmente de carrasco, donde aparecen rodales que recuerdan el bosque autóctono, que es termomedoerráneo (acebuche, coscoja y encina sobre suelos calcáreos, y de alcornoque sobre suelos ácidos).




Esta zona es ideal para recorrer con niños y mascotas, ya que se puede pasear por pistas forestales y caminos amplios, bien conservados, con pocas piedras, que hacen el camino fácil y muy sencilla la orientación, sin que por ello el paisaje desmerezca. El pinar es bastante espeso, pero no impide el desarrollo de un sotobosque de jaras, a medio camino entre el tomillar y el jaral. Aparecen de forma dispersa viejas encinas y cerca de las cumbres el encinar se vuelve dominante y espeso. 

La zona que os propongo para acceder a estas rutas es desde la urbanización que se encuentra en frente del hotel El Mirador, concretamente desde Calle Tomillo. Nosotros hemos elegido uno de los caminos que llegan hasta la fuente del acebuche, pero hay tres pistas forestales más que llegan desde Alhaurín El Grande hasta esta zona.

Desde la zona de la fuente del acebuche podemos tomar varios caminos. Al final todos llegan al mismo sitio pero no todos son igual de sencillos. Os recomiendo visitar wikilok (http://es.wikiloc.com/wikiloc/home.do) y buscar las diferentes rutas, así como Google Heart para construir una idea espacial de los lugares por donde vamos a pasar, así como tomar fotografías topográficas que nos ayuden a orientarnos.




Desde la fuente del acebuche pueden tomarse varias vías. Si miramos hacia la sierra:
I)                    Hacia la derecha: Hacia la Cañada del Infierno y el Pico Encinas. El sendero discurre entre el pinar y resulta muy bonito y recomendable para ir con niños y mascotas.

II)                  Hacia la izquierda: dirección Tajo del Caballo y la Nariz del Buey. Este sendero también es muy bonito, discurre en gran parte por un camino construidos con piedras, a modo de saliente. No resulta recomendable tomar este sendero con niños ni tampoco si no podemos una adecuada forma física. Hay tramos de cierta dificultad bajo la Nariz del Buey.


III)                Sin llegar a tomar el sendero que llega hasta la Fuente del Acebuche (siguiendo por la pista forestal) llegamos hasta la Bola de Mijas (Pico Mijas) de dos maneras posibles:

a)      Sin abandonar la pista forestal. Llegamos a una zona donde se produce el cruce con las otras dos rutas (quedan a la izquierda) y encontramos un nuevo sendero (a la derecha) que conecta con la pista forestal que llega hasta La Bola.

b)      Tomando un sendero que nos encontramos a la derecha justo antes de tener que rebasar la cadena que cierra la pista por la que discurrimos al tráfico. Este sendero es especialmente bonito, discurre por una cañada sombreada en gran parte (donde conecta con una pista forestal que viene desde Alhaurín el Grande). Sigue en gran medida la senda que comunica las torretas de alta tensión que van hasta Mijas.

Vista de las encinas que crecen cerca de las zonas más altas de la Sierra en su cara norte.

Vistas de la Bahía de Málaga.

Vistas del Valle del Guadalhorce y El Torrecilla.

Vista de la Nariz del Buey.

Pista que seguimos camino de La Bola

Sendero hacia La Bola abandonando la pista (que sigue hasta paso cortado por cadena)

Vistas desde el sendero que os recomiendo para subir a La Bola

Vistas cuando nos adentramos en la cañada.

Fondo de la cañada, en realidad una torrentera.

Encinas cerca de las cumbres.

Hay varios senderos en la zona alta del sendero, entre las torretas de electricidad, pero al final todas van al mismo sitio.


Encinas bien desarrollado en las cumbres.

Vistas desde la bola de Fuengirola.


En una futura entrada pondré más fotos sobre la flora de la zona.

martes, 15 de abril de 2014

El Pinsapar II: pinsapares mesomediterráneos (1.000 a 1.500m)

Pinsapares calcícolas.

Pinsapares sobre dolomías y calizas, supra-mesomediterráneos con ombroclima húmedo-hiperhúmedo.

En su fase inalterada constituye una formación boscosa y umbría con cobertura del 100%, dominada por el pinsapo (Abies pinsapo) y con muy escasas plantas en el sotobosque, dominado en este caso por musgos, líquenes y especies nemorales (que crecen en el sotobosque de arboledas espesas en condiciones de escasa luz) como Daphne laureola o Helleborus foetidus y algún caméfito lianescente como Rubia peregrina.

Sin embargo, los pinsapares se encuentran bastante ahuecados, pudiéndose encontrar en su interior algunos arbustos de los que es característico Ononis reuteri y más escasos Crataegus monogyna, Juniperus phoenicea, Hedera helix y especies del matorral como Ulex baeticus.

En la base de grandes roquedos y a modo de orla superior de los pinsapares aparecen formaciones mixtas con tejos (Taxus baccata), constituyendo la formación de coníferas más ombrófila del PN Sierra de las Nieves (que se desarrolla en condiciones óptimas de humedad).

Los pinsapares presentan dos faciaciones en función del sustrato donde se desarrollan. La faciación más abundante se desarrolla sobre dolomías y está caracterizada por la presencia de sabina (Juniperus phoenicea) y con etapas de sustitución dominadas por sabinares, matorrales y tomillares dolomitícolas.

Sobre calizas y arcillas, el pinsapar es más escaso ya que compiten con él bosques caducifolios de quejigos y perennifolios de encinas, caracterizándose en este caso por una mayor riqueza en especies caducifolias de la orla espinosa y en componentes de matorrales y pastizales calcícolas.

Encinar con quejigos.

Encinar calcícola mesomediterráneo con ombroclima subhúmedo-húmedo.

Es una formación dominada por Quercus rotundifolia que bien conservada, presenta una cobertura del 100%, con algunos microfanerófitos (Rosa canina), lianas (Lonicera hispanica, Rubia peregrina) y un sotobosque herbáceo de geófitos (Paeonia broteroi, Doronicum plantagineum, Polygonatum odoratum).

Se desarrolla sobre suelos profundos calizos o dolomíticos. En ombroclima húmedo y suelos profundos, domina la faciación con quejigos (Quercus faginea), Destaca en la Nava de San Luís (PN Sierra de las Nieves) donde, debido al uso tradicional, los quejigos son escasos o de pequeña talla.

En las umbrías y sobre suelos menos profundos domina la variante con pinsapos (Abies pinsapo) que en muchos casos, puede ser una etapa previa al pinsapar.

Sobre suelos silíceos o brechas calizas descarbonatadas por las intensas precipitaciones aparece la variante con alcornoque (Quercus suber), acompañado de otras especies típicamente silicícolas: Erica australis, Erica arborea, Cistus laurifolius, etc.

Alcornocal ombrófilo.

Alcornocal silicícola termo-mesomediterráneo con ombroclima húmedo.

Es una formación mixta, de densa cobertura, dominada por el alcornoque (Quercus suber) que se acompaña de quejigos (Quercus broteroi(Nieves) y Q canariensis (Bermeja)), con un sotobosque rico en mesofanerófitos arborescentes (Arbutus unedo, Viburnum tinus, Phillyrea latifolia, Erica arborea, Cytisus villosus). Se desarrolla sobre suelos profundos esquistosos y gnéisicos.

En las umbrías y zonas mesomediterráneas estos alcornocales se enriquecen con pinsapos (Abies pinsapo).

Sabinares meso-supramediterráneos edafoxerófilos con pinsapos.

Sabinar edafoxerófilo basófilo, meso-supramediterráneo, con ombroclima subhúmedo-húmedo.

Es una formación abierta de sabina mora (Juniperus phoenicea) acompañada de escasos arbustos (Juniperus oxycedrus, Rhamnus myrtifolius), especies del matorral (Cistus albidus, Lavandula lanata, Ulex baeticus) y frecuentemente acompañada en el Parque de Abies pinsapo y/o Pinus halepensis.

Aparece sobre litosuelos calizos y dolomíticos muy superficiales y pedregosos, en laderas de gran pendiente y generalmente en espolones y crestas en los dominios de los pinsapares.

Pinsapares serpentinícolas.

Pinsapares edafoxerófilos serpentinícolas, supra-mesomediterráneos con ombroclima
húmedo.

Constituyen un bosque denso dominado por el pinsapo (Abies pinsapo), en cuyo borde aparecen algunas especies caducifolias (Rosa carioti) y en el interior especies herbáceas como Polygala baetica, Cerastium gibraltaricum, Festuca capillifolia y Bellis sylvestris. Troncos y rocas se encuentran cubiertos de musgos y líquenes.

Aparecen sobre suelos serpentínicos poco desarrollados. El area potencial de esta formación es mucho mayor del que podemos observar en la actualidad, ya que ocupaba toda la umbría de la Sierra Parda de Tolox (Cerro Corona) y las vaguadas del

Cerro Abanto (Parauta). En la actualidad aparece casi exclusivamente en Sierra Bermeja y Real.

Más información en https://www.facebook.com/ecoturismomalaga

El Pinsapar II: pinsapares mesomediterráneos. RESUMEN

El piso mesomediterráneo se dispone de media entre los 1.000 y 1.500 m. El óptimo del pinsapar se dispone entre los 1.400 y 1.600 metros (tránsito del meso al supramediterráneo) en umbría.

En el piso mesomediterráneo los pinsapos forman masas puras solo en zonas de umbría. En zonas de solana dejan paso a encinas y en zonas de umbría donde la precipitación supera los 800mm por año, se acompañan de quejigos (Q faginea).

También aparece un pinsapar edafoxerófito (no puro), acompañado de matorral esclerófito, sobre suelos básicos (dolomías) y peridotíticos (básicos en Nieves y serpentinícola en Bermeja).

Son frecuentes los pinsapares mixtos, donde los pinsapos aparecen acompañados por diversos tipos de árboles:

-Pinos y encinas: solanas y zonas más secas.
-Quejigos: zonas más frescas y donde la precipitación supera los 800mm año.
-Alcornoque: suelos ácidos (esquistos, gneises) o básicos sometidos a procesos de lavado intensos o en serpentinas.
-Arces, tejos y mostajos, sobre suelos básicos y zonas altas, con intensa precipitación y preferentemente bien resguardadas. Aparecen especialmente en zonas con suelos desarrollados y más cerca del piso supramediterráneo que del termomediterráneo.

Podemos afirmar que en estas condiciones los bosques dominates son de encinas y pinsapos, y que las encinas retroceden frente a los quejigos en zonas umbrías y con mayor precipitación. El estadío degradado se acompaña de majuelo (frecentemente parasitado por muérdago), coscoja, jaras, enebro, madroño, cornicabra, lentisco, adelfilla, endrino, rosal silvestre, escobones, olivillas..

Aparecen también pino carrasco y negral (resinero). Estos pinares son dominantes sólo sobre peridotitas, donde sí llegan a formar un bosque verdadero en solana (autóctono). Sobre suelos carbonatados no llegan a formar poblaciones dominantes a menos que sean resultado de reforestaciones.

En zonas con poco suelo y roquedos, aparecen las sabinas.

En las siguientes imágenes se observan como los pinos desaparecen a partir de cierta altura, dando paso al pinsapar donde el pinsapo es la especie dominante. La mayoría de estos pinos provienen de reforestaciones, aunque en determinadas condiciones, como se describe, pueden considerarse autóctonas.


Camino de subida hacia el aparcamiento del puerto del saucillo. Hasta los 1.100 metros aprox. los pinos se mezclan con los pinsapos. A partir de ahí ya dominan los pinsapos, que se mezclan con encinas y enebros hasta llegar a ser la especie dominante.

Pinsapos entremezclados con pinos en zonas bajas. En las cumbres el pinsapo es la especie dominante, y donde el suelo es escaso, vuelven a aparecer los enebros. Puerto del cuco.

Pinares de reforestación en el entorno de la Fuensanta, hacia El Burgo. En las cumbres se observa el pinsapar, en la cara norte/oeste del cerro del cuco o cerca de él.

En las solanas el proceso de recuperación del pinsapar es lento. Aquí se ven pinares de reforestación con sotobosque xerófito. Solo en las cumbres los pinsapos encuentran condiciones de humedad suficientes para implantarse. Conforme el suelo se desarrolle y las encinas puedan ir implantándose, los pinsapos podrán implantarse aunque sin formar una masa forestal dominante.


En zonas bajas los enebrales, un estadío degradado del pinsapar ocupan las zonas de pinsapar degradado, así como los huecos que dejan los pinsapos sin ocupar, bien por escasez de suelo o por caída o muerte de ejemplares de pinsapo.
En las zonas de umbría, que reciben menos radiación solar, el pinsapar se vuelve muy espeso. Subida al puerto de la Perra.
Desde la solana del sendero de caucón puiede apreciarse perfectamente la diferencia entre el pinsapar en solana y en umbría. En solana los pinsapos no dominan, aparecen mezclados con pinos, encinas, coscojas, enebros... Mientras que en la vertiente opuesta de la cañada, donde el solo no es tan fuerte y la humedad del suelo se conserva mejor, el pinsapar es espeso y dominante, en dos paisajes separados por poco más de 200 metros en línea recta y a la misma altura.

A continuación se muestran imágenes representativas del bosque mixto de pinsapos y caducifolias, con algún pino negral. Están las tres tomadas en el sendero que baja desde el tajo de la casina hacia caucón, por el fondo del barranco. También pueden verse en las cañadas de la fuensanta y en otros lugares resguardados de la sierra de las nieves o zonas de istán, tolox y los reales.



En cuanto veamos aparecer el matorral almohadillado y los quejigos de montaña empiecen a vislumbrarse, estaremos abandonando el piso mesomediterráneo y adentrándonos en el supramediterráneo, de manera que ya el pinsapar empieza a encontrarse con un clima que no le es del todo propicio y se aclara. Cuanto mayor es la altura los pinsapos crecen más aislados. El piso supramedieterráneo será tratado en siguientes entradas.

Tramo final de la cañada de las carnicerías, en la vertiente que recorre el sendero de caucón.


jueves, 10 de abril de 2014

El Pinsapar I. Definición del medio físico.

De manera general podemos definir el pinsapar como un bosque en el que el pinsapo es el árbol dominante, pudiendo ser el único tipo de árbol o compartiendo espacio con otros árboles, especialmente caducos, en función de las condiciones ambientales.

Pueden identificarse dos tipos de pinsapar, el que crece sobre materiales de naturaleza calcárea y el que crece sobre materiales serpentinícolas y esquistosos (Plutón peridotítico de la Serranía de Ronda, unidad alpujárride de Los Reales).

El pinsapo es una especie muy especialista, que habita en un área muy limitada, definida por un estrecho rango de temperatura y de precipitación, aunque no de altura. Aparecen pinsapos desde los 500 hasta los casi 2.000 metros de altura.

El pinsapo es uno de los abetos mediterráneos que quedaron recluidos a hábitats muy específicos después de la última glaciación. Podemos considerarlo como un árbol alpino adaptado al clima mediterráneo, por lo tanto, un árbol especialista de alta montaña, en un clima pobremente representado que podemos denominar como clima mediterráneo de alta montaña, húmedo o hiperhúmedo. Bioclimáticamente ocupa dos pisos, el mesomediterráneo y el supramediterráneo. También aparece de forma aislada, sin llegar a formar bosques espesos, en el piso oromediterráneo (1.700 hasta la cumbre del Torrecilla a 1.919m).

El clima mediterráneo, pertenezca al tipo que sea, se caracteriza por dos fenómenos esenciales: la época de mayor calor coincide con la de menor precipitación, y las lluvias se concentran en pocos días, con un marcado coeficiente de torrencialidad. Esto condiciona de manera determinante la vegetación, ya que debe adaptarse a un periodo de elevada temperatura y elevada sequedad, por tanto, la vegetación desarrolla estrategias de lucha contra el estrés hídrico. Por otro lado, la zona en la que habita el pinsapo climatológicamente es muy peculiar debido a la influencia del Estrecho de Gibraltar que somete a la zona a un peculiar régimen de vientos, determinantes en la llegada de humedad a las cumbres, que alcanzan una cantidad de precipitaciones muy superiores a las zonas bajas. El viento es también un actor erosivo, capaz de arrastrar suelos fértiles, especialmente en las cumbres, donde llega a soplar con una elevada fuerza, y moldea a la vegetación haciéndola crecer rastrera y con caprichosas formas

Los vientos dominantes en invierno son de poniente, que traen humedad desde el Atlántico, y en verano son de levante, que llevan humedad del Mediterráneo hasta las cumbres por las noches. Esta humedad es fundamental para mantener las comunidades vegetales durante los meses estivales.

La torrencialidad de las lluvias juega un papel decisivo en cuanto a los procesos erosivos. Al final del verano se produce, de manera esporádica, el fenómeno de la gota fría, resultado de una elevada evaporación en el mediterráneo cuyas aguas aún continúan calientes, que se encuentra con una acumulación de aire frío en capas más altas de la atmósfera, generándose tormentas virulentas que descargan una elevada precipitación en un corto periodo de tiempo. Las lluvias se concentran en los meses de noviembre hasta abril principalmente, y tradicionalmente los meses más lluviosos son los de diciembre a febrero. Las nevadas más abundantes suelen ocurrir desde finales de enero hasta finales de febrero.

Las heladas nocturnas son frecuentes en los meses de invierno aunque raramente son severas. Generalmente no superan los -10ºC.

Podemos diferenciar tres poblaciones esenciales de pinsapos:




a)      Sierra de las Nieves y colindantes. Materiales mayoritariamente calcáreos: calizas y dolomías.
b)      Sierra Bermeja. Materiales metamórficos, formados por rocas ultrabásicas (serpentinas) y esquistos y gneises.
c)       Sierra de Grazalema. Materiales calcáreos.

Los pinsapares de Nieves y Grazalema son equivalentes y se diferencian sólo en que en Nieves las cumbres son más altas, por lo tanto las condiciones climáticas permiten el desarrollo de una mayor diversidad de ecosistemas.

En Sierra Bermeja las condiciones son muy diferentes debido a los materiales geológicos. Las rocas ultrabásicas presentan elevadas concentraciones de metales pesados que limitan el desarrollo de comunidades vegetales climáticas, como encinas, alcornoques y quejigos, y favorecen las comunidades de coníferas, mejor adaptadas a elevadas concentraciones de metales en el suelo. Sobre las peridotitas y serpentinitas se desarrolla una flora muy rica en endemismos.

Algo parecido ocurre con las dolomías, que generan suelos con elevadas concentraciones de magnesio, que dificultan en establecimiento de determinadas comunidades vegetales y son el germen de una gran cantidad de endemismos botánicos. En la Sierra de las Nieves las dolomías se someten a un intenso lavado por las elevadas lluvias que favorecen la desaparición de los carbonatos y la reconcentración del magnesio.

En el entorno de Sierra de las Nieves, pueden identificarse tres tipos de pinsapar:

a)      Pinsapar de solanas, sobre calizas y dolomías. Mezclado con pinos, encinas y coscojas.
b)      Pinsapar de umbrías. Mezclado con encinas y quejigos sobre suelos calizos y mezclado con alcornoques, quejigos y caducifolias sobre suelos dolomíticos (acidificación de las dolomías por lavado de los carbonatos). En estas condiciones es donde se concentran la mayoría de los pinsapares puros.
c)       Pinsapar sobre suelos con escasa capacidad de retención de agua (xerófitos).



En la próxima entrada os hablo del medio biológico y de las comunidades vegetales.